Bogotá, D. C., 21 de junio de 2018 (@MinAgricultura-@JuanGZuluaga).

El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria, UPRA, definieron e identificaron la frontera agrícola nacional, la cual armoniza el emprendimiento agropecuario competitivo con el desarrollo sostenible, es decir, el desarrollo rural de la mano con la protección de la biodiversidad.

La frontera agrícola nacional es de 40.075.960 de hectáreas. «Se define como el límite del suelo rural que separa las áreas donde se desarrollan las actividades agropecuarias, las condicionadas y las áreas protegidas, las de especial importancia ecológica y las demás áreas en las que las actividades agropecuarias están excluidas por mandato de la ley». Esto significa que, el 35 por ciento del área continental del país, a partir de hoy, se constituye en la cancha donde las actividades económicas relacionadas con los ámbitos agrícola, pecuario, forestal, acuícola y pesquero son objeto de la formulación y focalización de la gestión de la política pública agropecuaria. Además, se promueve el uso eficiente del suelo rural agropecuario, el ordenamiento productivo y social de la propiedad rural.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Guillermo Zuluaga Cardona, explicó que «Por primera vez en el país, se cuenta con una definición de frontera agrícola que permite identificar en dónde se debe desarrollar la agricultura, Colombia tiene un gran potencial para ser despensa de alimentos del mundo, sin comprometer nuestra biodiversidad.»

De igual forma, la frontera agrícola nacional es el marco de referencia para coordinar las acciones entre la institucionalidad del sector agropecuario y ambiental, lograr la meta de reducción de las tasa neta de deforestación y conservar los ecosistemas de especial importancia ambiental. Uno de los principales desafíos es reducir el conflicto en el uso del suelo, más de dos (2) millones de hectáreas de actividades agropecuarias se desarrollan en territorios de protección ambiental: 68 % en zonas de reserva forestal, 17 % en páramos y 15 % en parques nacionales.

Por su parte, el director general de la Upra, Felipe Fonseca Fino, afirmó que «la frontera agrícola es la cancha del sector agropecuario donde los emprendedores del campo se la juegan por la competitividad, para que nuestros campesinos no queden fuera de lugar y puedan decidir mejor qué y dónde cultivar».
La identificación de la frontera agrícola nacional hace parte del punto 1 del acuerdo final para la terminación conflicto ‘Hacia un nuevo campo colombiano y da cumplimiento a la Ley 1776 de 2016: «reforma rural integral’, donde se contemplaron temas como el acceso y uso de la tierra, formalización de la propiedad, protección de zonas de reserva, etcétera.

Para descubrir cuál es el potencial de los suelos dentro de la frontera agrícola nacional, la UPRA trabaja desde hace cinco (5) años con más de 14 gremios agropecuarios y productores. Se han identificado cuáles zonas son aptas para 26 cultivos y cadenas, cuál es la visión de futuro de cada cadena, cuál es la prospectiva que orienta al sector y cuál es la ruta para alcanzarlo. La definición de la frontera agrícola tiene beneficios en el ordenamiento productivo, social y ambiental.

Impacto y seguridad jurídica
Reduce la incertidumbre jurídica y técnica de las inversiones agropecuarias, proporciona mejores condiciones de estabilidad económica y social de los productores del campo colombiano. Permite orientar y focalizar el desarrollo de programas de formalización de tierras en áreas con aptitud para adelantar proyectos productivos sostenibles a largo plazo.

Ordenamiento productivo:
Orienta en la identificación de zonas aptas para la producción agropecuaria.
Permite minimizar la incertidumbre de los inversionistas y emprendedores del campo para el desarrollo de actividades agropecuarias.
Facilita la articulación de la gestión agropecuaria para promover la agricultura.

Ordenamiento social de la propiedad rural:
Orienta los programas de acceso a tierras a sujetos de reforma agraria en áreas con aptitud agropecuaria.
Contribuye a estabilizar el mercado de tierras.
Permite orientar los esquemas de adjudicación y ocupación productiva de suelos rurales.

Ambiental:
Sirve de insumo para el diseño de estrategias diferenciadas y de trabajo conjunto entre el sector ambiental y el sector agropecuario, pesquero y desarrollo rural, para el control y cierre de la frontera agrícola.
Contribuye a estabilizar y disminuir la pérdida de ecosistemas de importancia ambiental y a su protección, lo cual redunda en la oferta adecuada de servicios ecosistémicos, como el agua.
Contribuye a disminuir la deforestación a través de estrategias de cierre de la frontera agrícola.

​En conclusión, la Frontera Agrícola Nacional cambia la imagen del sector agropecuario, a nivel nacional e internacional, en la medida que se envía un mensaje ejemplar de desarrollo rural agropecuario de la mano de la conservación y protección de ecosistemas de importancia ambiental.

Cifras
Según la identificación de la UPRA, 40.075.960 de hectáreas (35 % del territorio continental) hacen parte de la frontera agrícola nacional, en donde se permite el desarrollo de actividades económicas agrícolas, pecuarias, forestales y de acuicultura y pesca.
Dentro de la frontera agrícola, solo el 30 % de los suelos se cultiva (7.601.567 ha).
25.805.343 de hectáreas, es decir el 23 % del área continental del país, se encuentran categorías de protección o conservación de áreas de importancia ambiental en las cuales no se permite el desarrollo de actividades agropecuarias.

https://www.minagricultura.gov.co/noticias/Paginas/-Frontera-agrícola-nacional-la-cancha-del-sector-agropecuario-para-el-desarrollo-rural-sostenible-.aspx/