Entre el 2015 y el 2016, más de 100.000 productores se han beneficiado en temas de comercialización.

Uno de los grandes desafíos del país es el de la comercialización de sus productos agrícolas. Si bien, gracias a la política de Colombia Siembra, los cultivos se han incrementado de manera histórica, 12 veces más de lo que tradicionalmente se venía haciendo en los últimos 20 años, todavía existen algunos inconvenientes a la hora de que los campesinos lleven sus productos al consumidor final.

La dispersión de la producción y las inversiones innecesarias, así como la falta de acompañamiento técnico y problemas logísticos, forman parte de los factores que no permiten cumplir con el volumen y calidad de la producción requeridos en la comercialización directa. Es por esta razón que el año pasado, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural destinó 221.000 millones de pesos a diferentes programas mediante el Fondo de Comercialización, con los que más de 100.000 productores colombianos se vieron beneficiados.

Los proyectos contemplaron incentivos a la producción y comercialización, al igual que el cierre de brechas entre los campesinos y los mercados, con estrategias como la participación en ferias comerciales y ruedas de negocios nacionales y extranjeras. El ministro Aurelio Iragorri ha sido enfático en expresar que no se debe satanizar la figura del intermediario, pero al mismo tiempo señala que se deben dar las garantías necesarias con el propósito de que en la cadena de comercialización, el productor no salga perjudicado.

“La intermediación ha permitido garantizar el abastecimiento de los centros de consumo, dadas las dificultades logísticas tanto en acopio como en infraestructura”, explicó el Ministerio. Debido a esto, la cartera cuenta con juntas directivas de centrales de abastos, en las cuales se toman medidas y se articulan acciones en torno a mejorar los canales de comercialización para el abastecimiento.

Entre el 2015 y el 2016, 670 organizaciones fueron capacitadas en buenas prácticas agrícolas (BPA) con miras a un fortalecimiento comercial. En cuanto al manejo financiero y administrativo, también claves a la hora de optimizar los modelos de comercialización, 10.569 productores recibieron herramientas educativas entre el año pasado y el presente. De las 28.000 hectáreas del campo colombiano que tuvieron acompañamiento en estas prácticas entre el 2014 y el 2016, se pasó a 32.000 en el nuevo periodo, lo que significó un incremento de 13 por ciento.

http://www.eltiempo.com/economia/sectores/retos-de-la-agricultura-en-colombia/16752085